Si bien la idea de ejercicio nocturno puede sonar agotadora después de un largo día, nuevas investigaciones sugieren que podría valer la pena superar la fatiga. Los científicos han descubierto que hacer ejercicio por la noche es notablemente más efectivo para reducir los niveles de azúcar en sangre que los ejercicios matutinos, especialmente para adultos con sobrepeso y obesidad. Sí, lo has leído bien: el momento realmente importa.
El momento de tu sesión de ejercicio podría importar más de lo que piensas: los entrenamientos nocturnos tienen un mayor impacto metabólico.
La investigación siguió a los participantes usando monitores continuos de glucosa y rastreadores de actividad durante períodos prolongados. Sin conjeturas aquí. Solo datos puros y duros. ¿Los resultados? El ejercicio nocturno condujo a niveles promedio de glucosa más bajos durante 24 horas en comparación con otros momentos del día. Aquellos que completaron la mayoría de su actividad moderada a vigorosa por la noche vieron cómo su azúcar en sangre experimentaba un bienvenido descenso.
Los entusiastas del ejercicio matutino podrían querer reconsiderar sus horarios. Si bien los entrenamientos al amanecer ciertamente mejoran la condición física, no impactan los niveles de glucosa de la misma manera. Estadísticamente hablando, el ejercicio matutino apenas superó al sedentarismo cuando se trataba de la regulación del azúcar en sangre. Auch.
Este beneficio parece especialmente pronunciado para aquellos que ya luchan con problemas metabólicos. Si tu regulación de glucosa ya está alterada, el ejercicio nocturno podría ser tu nuevo mejor amigo. Los estudios mostraron consistentemente un mejor control nocturno de la glucosa, lo que significa que tu azúcar en sangre se comporta mejor mientras duermes. Eso es literalmente volverse más saludable mientras roncas. La investigación muestra que un solo entrenamiento puede mejorar los beneficios de sensibilidad a la insulina hasta 48 horas después del ejercicio.
La ciencia detrás de esto es fascinante. El ejercicio mejora la sensibilidad a la insulina y la absorción de glucosa en los músculos. Aparentemente, los entrenamientos nocturnos se alinean mejor con nuestros ritmos corporales naturales para estos procesos. ¿Quién lo hubiera imaginado?
Tanto hombres como mujeres mostraron beneficios similares, así que no es un fenómeno específico de género. Es una ventaja de igualdad de oportunidades. Los investigadores encontraron que estos patrones de asociación se mantuvieron consistentes entre géneros durante la duración del estudio.
Para adultos sedentarios que buscan hacer un cambio, esta investigación ofrece una guía clara: guarda tus entrenamientos para más tarde en el día. Podría darte más beneficios metabólicos por tu esfuerzo. El ejercicio matutino no es inútil, simplemente no es el campeón destructor de glucosa que pensábamos que era.
Un estudio exhaustivo publicado en Obesity involucró a 186 adultos que fueron monitoreados durante dos semanas para determinar el impacto del momento del ejercicio en el control de la glucosa en sangre.