Mientras la comunidad médica continúa enfocándose en la diabetes tipo 1 durante el embarazo, una amenaza más insidiosa se cierne. La diabetes tipo 2 se ha convertido silenciosamente en la forma dominante de diabetes pregestacional en muchos países, especialmente entre las comunidades desfavorecidas. Sin embargo, de alguna manera, todavía no le damos la atención que merece. Curioso cómo funciona esto.
La diabetes tipo 2 en el embarazo: la epidemia silenciosa que estamos eligiendo ignorar, especialmente entre los más vulnerables.
Los números no mienten. Las mujeres con diabetes tipo 2 enfrentan un riesgo notablemente mayor de muerte perinatal en comparación con aquellas con diabetes tipo 1 o gestacional. La muerte fetal tardía es el principal culpable. Piénsalo por un segundo. Bebés que mueren antes de tener una oportunidad. Y no estamos hablando de pequeños aumentos en el riesgo, sino de estadísticas sustanciales que cambian vidas. La evidencia reciente muestra que las embarazadas con diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de mortinato en comparación con aquellas sin diabetes.
La demografía está cambiando rápidamente. La diabetes tipo 2 es ahora más común que la tipo 1 en mujeres embarazadas en muchas regiones. Las comunidades no blancas llevan la carga más pesada. Están siendo golpeadas por todos lados: mayores tasas de diabetes y peores resultados en el embarazo. ¿Justo? Difícilmente. El monitoreo continuo de glucosa se ha convertido en una herramienta esencial para manejar eficazmente los niveles de azúcar en sangre durante el embarazo.
Los factores maternos juegan un papel vital. Las mujeres con diabetes tipo 2 tienden a ser mayores y tener IMC más altos. La obesidad agrava los riesgos. La hipertensión crónica afecta a un asombroso 17.1% de pacientes con DT2 en comparación con solo 0.7% en mujeres sin diabetes. Es realmente una tormenta perfecta de complicaciones. El cuerpo simplemente no puede manejarlo.
Los bebés tampoco salen ilesos. Malformaciones congénitas. Macrosomía. Microsomía. Mayor mortalidad neonatal. La lista continúa. Algunos bebés son demasiado grandes, otros demasiado pequeños, ninguna es una buena noticia.
Irónicamente, las mujeres con diabetes tipo 2 a menudo tienen mejor control de glucosa que aquellas con tipo 1, sin embargo, sus resultados del embarazo son peores. Te hace preguntarte qué más está pasando, ¿no?
¿La solución? Atención prenatal mejorada. Diagnóstico preciso. Mejor asesoramiento preconcepcional. Necesitamos que los clínicos, investigadores y legisladores trabajen juntos.
Porque ahora mismo, estamos fallándoles a estas madres y sus bebés. Y eso no es solo lamentable. Es inaceptable.